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domingo, 28 de septiembre de 2014

SESIÓN DE FOTOS CON JACK FLUCK: EL BARDO

Durante los próximos días voy a publicar una serie de entradas correspondientes a dos sesiones fotográficas que realizamos hace algunos meses en el estudio de JackFluck. Las fotos son magníficas y agradezco enormemente su gran trabajo (no hay ni comparación con las que saco yo con mi cutrecámara).

En cuanto a los trajes que se muestran en las fotografías, algunos ya los habéis visto publicados en entradas anteriores y otros no. Incluso alguno de ellos está formado por partes de trajes diferentes combinadas entre sí, de modo que es posible que os suenen algunas partes.

Para la selección de hoy he escogido uno de los trajes que subí en mis primeras entradas: El Bardo.




lunes, 22 de septiembre de 2014

VESTIDO DE FIESTA

Para la entrada de esta semana os he preparado un vestido de fiesta. Ya sé que no tiene nada que ver con la temática habitual, pero ya sabéis: por aquí siempre va una de cal y otra de arena. Y creo que merece la pena (aunque esté mal que yo lo diga).

Se trata de un modelo que me han pedido para sacarme el título de Corte y Confección. La tela que he empleado es un raso rojo de los baratillos, ya que para la confección del mismo he gastado la friolera de 7 metros de tela, así que la cosa no estaba como para andarse con exquisiteces, y más siendo un ejercicio de clase.

Aunque en el original la falda era por las rodillas, yo me he decidido por currar un poco más de lo necesario (bueno, bastante más) y alargar la falda hasta los pies. ¿Por qué digo que es más trabajo? Ahora os lo explico.

La falda es de tipo capa, es decir, una perfecta circunferencia, así que, cuanto más larga, mayor es el diámetro de la misma, y cuanto mayor diámetro, el perímetro de la circunferencia se dispara. Yo, que mido 1'80 y tengo las piernas más largas que un día sin pan he conseguido que el bajo de la falda midiera algo más de 9 metros... Que me han obligado a coser a mano. Sí, sí, a mano... Me he tirado aproximadamente unas 6 horas aguja en mano y medio ciega (en serio, no veo un pimiento) dale que te pego para coser el p*** bajo. Yo, que desconozco la palabra "paciencia", yo, que desde que me compré la máquina de coser por no coser a mano es que no pongo un maldito hilván, yo, tras horas de resoplidos y farfullar en arameo (en clase se reían), lo conseguí.

Fuera bromas... ¿Os gusta?



lunes, 15 de septiembre de 2014

WARLOCK

Este es uno de los encargos en los que he estado trabajando últimamente. Es un Señor del Mal, ambientado en la fantasía oscura. Las fotos no son muy buenas, pero es lo que tienen los encargos, que uno saca las fotos cuando se van a llevar el traje (en este caso, por la tarde y encima estaba nublado). Sumado eso a mi cutrecámara (va con pilas, así que imaginad), pues no se ve muy allá. No obstante, actualizaré esta entrada conforme me pasen mejores fotos, que para algo el dueño es colega.

Y ya hablemos del traje, partiendo de estas premisas: señor del mal, negro, bajo presupuesto. La persona que me encargó el traje es un amigo, y yo sabía que tenía de otras veces unas hombreras de cuero bastante resultonas, así que diseñé el traje de modo que pudiera incorporarlas.

Entre la túnica y la capa van 11 metros de tela, 3 y medio para la túnica y el resto los destiné a la capa. Son 2 telas diferentes, pero ambas muy ligeras para que los pliegues tuvieran una buena caída, como podéis comprobar.

La capa va perfectamente rematada mediante un repulgo, que, para los que no sepan qué es, es el tipo de costura con el que se rematan las cosas que no llevan dobladillo, como los pañuelos. Esto se consigue con una remalladora y que, además de rematar con hilo la tela, tiene una cuchilla que va cortando la tela sobrante. Algún día os hablaré de los "cacharros" que tengo en el taller, pero sabed que gracias a la remalladora pude hacer toda la capa en menos de la mitad de tiempo. De no tenerla ni me hubiera atrevido, pues la tarea sería titánica.

Tanto el bajo de la túnica como el cuello de la capa están pintados a mano con pintura para tela de color oro. Además, como podéis ver en el detalle de la última foto, el cuello lleva pegadas unas gemitas de color negro.

La capa, cómo no, está pintada con spray de imprimación para resaltar los pliegues y darle ese aspecto de polvo y suciedad que este tipo de trajes piden a gritos. Esta vez he probado con otra marca y el resultado me ha gustado más que con la habitual (Citadel). Si alguno de vosotros quiere intentarlo en casa, es bastante fácil, pero, un consejo: ¡Jamás uséis pintura en spray de los chinos para ahorrar dinero! Luego no digáis que no os he avisado.

Ahora vamos con los guantes. Es una gilipollez improvisada, pero la verdad es que quedó muy bien. Tenía yo por casa un retal de tela plisada que me había sobrado de un trabajo que tuve que hacer en clase (y que ya enseñaré en alguna entrada posterior), y vi que si lo ponía alrededor de las muñecas como si fuera un brazal quedaba muy bien, así que lo cerré, remallé los bordes para que no deshilachara y le puse una correa de polipiel a la altura de la muñeca para que quedase sujeto al brazo.

Por último, el cinturón está confeccionado con una tela de tapicería roja y se cierra a la espalda con cinta corchetera (pequeña venganza de cualquier mujer que tuvo que aprender a abrocharse el sujetador). Lleva una cadena en bronce y un par de botones del mismo color para darle un poco de vidilla.

Y eso es todo. En fotos no dice mucho, pero en movimiento destila oscuridad por los cuatro costados.






lunes, 8 de septiembre de 2014

VESTIDO PARA BODA MEDIEVAL

Este es uno de los últimos encargos que he tenido. Se trata del vestido de una de las invitadas a una boda medieval. Consta de dos piezas: una falda blanca de media capa, y el vestido, con la parte de la falda abierto por el centro para así dejar que se vea la falda de debajo. Por último va ceñido por un cinturón confeccionado con la misma tela que el vestido, con el cierre a la espalda y un pequeño adorno realizado con cuero y remaches en la parte de delante. Un clásico del medievo que siempre da excelentes resultados.

Personalmente, la tela que escogimos para el vestido me encanta, es todo un acierto. Primero, porque es verde y el verde es mi color preferido (además de que este tono en concreto es muy alegre y da mucha luz al vestido). Y segundo, porque la he encontrado fuera de la sección de tapicerías (sección a la que últimamente me había resignado para este tipo de prendas).

Y nada, espero que os haya gustado la entrada, porque en los próximos días habrá más.