Año 2008.
Este fue mi primer encargo. Hasta ahora había
hecho trajes para mí, y para algún amigo suelto como favor. Nada profesional y
muy de andar por casa. La primera persona que tuvo fe en mi trabajo fue mi
amigo Eleder, que necesitaba un traje para una convención de la Sociedad Tolkien
Española.
El traje consta de cuatro piezas,
que pueden combinarse entre sí o con otras diferentes, sin necesidad de
emplearlas todas a la vez.
La primera de ellas es un tabardo
hasta media pantorrilla. La tela apenas tiene caída, lo que la hace ideal como
base para complementar con sobrevestas y armaduras. Al no tener vuelo, opté por
abrirla por detrás para dar movilidad a las piernas. En las mangas jugué con la
dirección de la tela para que la pieza que va desde el codo hasta el puño se
viera de distinto color.
Sobre ella va una sobrevesta
abierta por delante y con media manga. Se empleó un tejido verde de grosor
medio y con caída. Escogí una tela con algo de dibujo, que no fuera muy
marcado, pero que pudiera destacar algo sobre el tabardo de debajo. Hacia la
parte de atrás desciende ligeramente en pico, ya que el tabardo que sobresale
por debajo era recto y de este modo se le daba un poco de forma al traje. Por
último, se le añadieron las mangas, hasta medio brazo y acabadas en pico
también.
Después tenemos una capa recta,
con menos vuelo que las circulares. Va abrochada a los lados mediante dos
grandes botones, y permite que se vea el traje completamente. Además tiene la
ventaja de que, al no tener un cierre central, no resbala hacia atrás y se te
clava en el cuello, como suele ocurrir con las capas circulares. Se complementa
con una cadena doble que va enganchada en los botones.
Y por último, el poncho. Se
escogió el mismo tejido que el de la capa y de un color muy parecido. Va
adornada con un botón central de bronce labrado, que yo misma pinté a mano con
detalles en verde, aunque no se aprecia en la foto. La parte de atrás fue improvisada
con retales para darle volumen.
En este traje no hay pasamanería.
Siempre es la misma, lo lleva todo el mundo, es cara y no me gusta. Prefiero
emplear cordón. Lo venden por rollos, y por lo que te gastas en 3m de
pasamanería cutre te llevas 80m. Además, con ella puedes hacer dibujos
personalizados. Las formas son limitadas, no puedes complicarte mucho, pero los
resultados son excelentes. Eso sí, es muy trabajoso y me costó cogerle el
tranquillo, pero merece la pena. Para este traje en concreto diseñé unas hojas
sencillas y cambié el color del cordón en función de la tela.
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