Para la entrada de esta semana os he
preparado un vestido de fiesta. Ya sé que no tiene nada que ver con la temática
habitual, pero ya sabéis: por aquí siempre va una de cal y otra de arena. Y
creo que merece la pena (aunque esté mal que yo lo diga).
Se trata de un modelo que me han pedido para
sacarme el título de Corte y Confección. La tela que he empleado es un raso
rojo de los baratillos, ya que para la confección del mismo he gastado la
friolera de 7 metros de tela, así que la cosa no estaba como para andarse con
exquisiteces, y más siendo un ejercicio de clase.
Aunque en el original la falda era por las
rodillas, yo me he decidido por currar un poco más de lo necesario (bueno,
bastante más) y alargar la falda hasta los pies. ¿Por qué digo que es más trabajo?
Ahora os lo explico.
La falda es de tipo capa, es decir, una perfecta
circunferencia, así que, cuanto más larga, mayor es el diámetro de la misma, y
cuanto mayor diámetro, el perímetro de la circunferencia se dispara. Yo, que
mido 1'80 y tengo las piernas más largas que un día sin pan he conseguido que
el bajo de la falda midiera algo más de 9 metros... Que me han obligado a coser
a mano. Sí, sí, a mano... Me he tirado aproximadamente unas 6 horas aguja en
mano y medio ciega (en serio, no veo un pimiento) dale que te pego para coser
el p*** bajo. Yo, que desconozco la palabra "paciencia", yo, que
desde que me compré la máquina de coser por no coser a mano es que no pongo un
maldito hilván, yo, tras horas de resoplidos y farfullar en arameo (en clase se
reían), lo conseguí.
Fuera bromas... ¿Os gusta?
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