El modelo de corpiño que os muestro hoy consta de la
friolera de 32 piezas, entre la tela exterior y el forro. Por fuera he empleado
un brocado en tonos verde y dorado y el forro es de raso del grueso en color
champán. Últimamente me ha dado por usar mucho el dorado, no sé por qué;
siempre he sido más de platas que de oros, pero el caso que éste que veis no va
a ser el último en estos tonos, ni mucho menos.
Como ya he dicho, el modelo consta de 32 piezas, y éstas van
separadas por unos cordones forrados con la misma tela cortada al bies. Fue un
poco pesado, ya que tuve que hacer un montón de metros de cordón y se
desperdicia mucha tela, pero queda mucho mejor así y no con unos comprados de
vete a saber qué color.
Por detrás va cerrado con una cremallera de las que se
separan. Como habréis visto, cada corpiño tiene un cierre diferente, ya que
estoy probando las diferentes formas que hay de hacerlo, aunque cuando me ponga
a hacerlo por mi cuenta ya tengo mis favoritos.
Los ojetes y el cordón son la mejor manera de hacer la
prenda multitalla. La cremallera es fácil de abrochar, pero hay que coserla a
mano y puede llegar a soltarse. Los steelballs molan pero no los venden por
ninguna parte y el único sitio que los tiene en Madrid sólo tiene un modelo y
es bastante feo para mi gusto, además de que la mitad de las veces preguntas en
la tienda y no saben ni lo que es. Y la cinta corchetera es complicada de poner
(mejor con ayuda), pero es la que a mi gusto mejor se adapta, así que tenemos
ganador para próximos modelos.
Bueno, aquí os dejo mi último trabajo. ¡Espero que os guste!